lunes, 27 de abril de 2015

capitulo ocho:

—Cuéntame tu recuerdo positivo más reciente —dijo anais.
Eureka se puso cómoda en el diván. Debía de ser aquel día. Debía de ser
el CD de Jelly Roll Morton que sonaba y ella y su madre cantaban con su
horrible tono de voz mientras avanzaban con las ventanillas bajadas por un
puente que nunca terminarían de cruzar. Recordaba que se había reído por
una letra graciosa mientras se acercaban al centro del puente. Recordaba
ver la señal blanca, oxidada, del kilómetro seis.
Después: el olvido. Un enorme agujero negro hasta que despertó en el
hospital de Miami, con el cuero cabelludo lacerado, un tímpano reventado
que nunca se curaría completamente, un tobillo torcido, dos muñecas
gravemente rotas, miles de morados…
Y sin madre.
Su padre estaba sentado en el borde de la cama. Lloró cuando la
muchacha volvió en sí, lo que le puso los ojos más tristes. Rhoda le tendió
unos pañuelos. Sus hermanastros, de cuatro años, William y Claire, la
cogieron de la mano con sus deditos suaves, por la parte que no tapaba el
yeso. Había olido a los mellizos incluso antes de abrir los ojos, antes de
saber que había alguien allí o si estaba viva. Olían igual que siempre: a
jabón Ivory y noches estrelladas.
La voz de Rhoda fue firme cuando se inclinó sobre la cama y se colocó
las gafas rojas encima de la cabeza.
—Has tenido un accidente. Vas a ponerte bien.
Le contaron que una ola gigantesca había salido del océano como un
mito y había arrastrado el Chrysler de su madre hasta sacarlo del puente.
Le dijeron que unos científicos habían buscado en el agua un meteorito que
pudiera haber provocado aquella ola. Le hablaron de los obreros y le
preguntaron a lali si sabía cómo o por qué su coche había sido el único
al que habían permitido cruzar el puente. Rhoda mencionó demandar al
condado, pero su padre le pidió que lo dejara con un gesto. Le preguntaron
a lali por su milagrosa supervivencia y esperaron a que despejara las
incógnitas sobre cómo había terminado en la orilla ella sola.
Al ver que no podía hacerlo, y le contaron lo de su madre.
No escuchó, la verdad es que no oyó nada de aquello. Agradecía que el
tinnitus en el oído ahogara casi todos los sonidos. A veces todavía le
gustaba que el accidente la hubiera dejado medio sorda. Se había quedado
mirando la dulce cara de William, luego la de Claire, pensando que eso la
 ayudaría. 
Pero parecía que tuvieran miedo de ella y eso le dolió más que
los huesos rotos. Así que clavó la vista más allá, la relajó sobre la pared
blanquecina y la dejó allí durante los siguientes nueve días. Siempre les
decía a las enfermeras que su nivel de dolor era de siete sobre diez para
asegurarse de que le administraran más morfina.
—Puede que sientas que el mundo es un lugar muy injusto —probó
anais.
¿Seguía lali en aquella habitación con esa mujer condescendiente a
la que pagaban para que no la comprendiera? Eso sí era injusto. Se imaginó
que los gastados zapatos marrón topo de anais se levantaban
mágicamente de la alfombra, flotaban en el aire y giraban como las
manecillas de un reloj hasta que se acababa la hora y lali salía
corriendo hacia la competición.
—Los gritos de ayuda como el tuyo a menudo son el resultado de
sentirse incomprendido.
«Grito de ayuda» era un eufemismo para «intento de suicidio». No era
un grito de ayuda. Antes de que Diana muriera, lali creía que el mundo
era un lugar increíblemente emocionante. Su madre era pura aventura.
Percibía cosas en un camino normal por el que la mayoría de la gente
pasaba miles de veces. Se reía más fuerte y con más frecuencia que nadie
que lali conociera. Había ocasiones en las que incluso había
avergonzado a lali, pero en ese momento echaba de menos la risa de su
madre más que nada.
-----------------------------continuara----------------------------------
pobre lali no :'( comenten y subo...........eh tratado de subir mas porque tengo hartos capítulos ya adaptados pero comenten 
-besos isi
-seguimos con la maratón?

2 comentarios:

  1. isi tendrías que pasar por los blogs y comentar que tenes nove porque por ahí mucha gente no sabe Mira yo por ejemplo que encontré tú blog de suerte hace unos días no más. Digo yo es una sugerencia. La nove está muy buena vale la pena que muchas la lean besos

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  2. Los buenos recuerdos k tiene Lali d Diana,la ayudaran mucho.

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